sábado, 14 de julio de 2007

La furia y la nada, presentación editorial

Presencia de Chile en la Feria del Libro Infantil y Juvenil


LA FURIA Y LA NADA , TESTIMONIO DE UN PAIS ESCINDIDO TRAS EL PINOCHETAZO


Ø Feria del Libro Infantil y Juvenil Hidalgo 2007

Ø Sábado 14

Ø 18:00 Horas

Ø Centro Cultural del Ferrocarril

El golpe de Estado perpetrado en Chile por Pinochet y sus secuaces no sólo interrumpió un régimen democrático para instalar una dictadura, sino que dislocó las vidas, modificó el horizonte vital e intelectual y demandó repensar todo a una generación.

La visión de estos acontecimientos son relatados por Rafael Ruiz Moscatelli en su libro La furia y la nada, obra que presentará la actriz chilena Shlomit Baytelman, -nacida en Israel y con más de 30 años de trayectoria en la actuación- este sábado 14 de julio a las 6 de la tarde en el Centro Cultural del Ferrocarril.

La historia de este volumen versa sobre dos compañeros de partido (Julio y Tomás) que son sacudidos aquel 11 de septiembre y que ven de manera sucesiva cómo se desmoronan sus rutinas habituales, sus relaciones familiares y sus redes políticas. Al principio intentan resistir, sin embargo uno de ellos sale al exilio, mientras el otro vive las tensiones entre el partido del interior y el del exterior, para reencontrarse después en Santiago, en condiciones marcadas por la devastación y la derrota.

El título eufónico, en efecto, capta la furia legítima e impotente de los vencidos y la imposibilidad, en el corto plazo, de reedificar el mundo destruido. Se trata de una novela sobria —incluso contenida— que narra y reconstruye el espacio vital de aquella utopía masacrada: la construcción del socialismo a través de una vía pacífica, institucional, democrática. En su volumen, Rafael Ruiz Moscatelli decantó a lo largo de los lustros, su experiencia y la de sus compañeros, para luego de más de 30 años, dar esa (su) versión del desplome.

En aquel infausto 11 de septiembre "en que había sonado el primer balazo, se habían esfumado todos los discursos y junto con ello, se desvanecía todo el pasado que los había sustentado " (p. 26). En efecto, la hora de las armas era sólo la de los militares, porque la Unidad Popular por su propia tradición estaba imposibilitada para dar la batalla en ese terreno.

Antes del Golpe, fueron los murmullos del Golpe. Pero cuando sucedió fue rotundo y contundente. Y quienes confiaban en la fuerza de la política pacífica vieron cómo sus armas (la política a la luz del día que intenta ganar las voluntades ciudadanas) sirvieron de poco.

La derivación inmediata del Golpe es la aparición y difusión del miedo a una escala inasible. El miedo como el sentimiento que todo lo inunda y corroe. El miedo en el centro de la plaza pública y en los hogares, porque el nuevo código es el de mandar y obedecer. Las certezas se diluyen como el agua entre los dedos. Es la hora cero de un nuevo mundo, con los códigos propios del autoritarismo y la barbarie.

Pero a pesar de todo, siempre hay un espacio y momento para el amor. Más allá de los presos, los torturados, los asesinados, los desaparecidos, hay, de vez en vez, un resquicio para que la vida continúe.

La novela tiene un claro y rotundo trasfondo político, pero su autor sabe y lo hace explícito, que las vidas no pueden reducirse a esa "simple" dimensión. Es más, en La furia y la nada el lector jamás encontrará la presencia de los grandes políticos o militares de una u otra corriente, sino el impacto de los actos de ellos en la vida de personas comunes.

Fuente: Extracto de Revista Nexos

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